Hola de nuevo!
Han pasado una vez más muuuuchas semanas… como siempre demasiadas, pero no os vayáis a creer ni por un momento que he estado haciendo vida contemplativa, ni de vacaciones, ni como decía mi madre: “mano sobre mano”, noooo, nada más lejos de cualquiera de las tres opciones anteriores, he estado trabajando en la web de la tiendaque os invito a visitar y eso es tarea titánica cuando todo lo demás del día a día de la tienda ni se para, ni existen opciones de delegar. Así que, sintiéndome ya perdonada 🙂 , paso a mostraros un trabajo más de las clases de Patchwork de la tienda.
Es obra de Miriam, que desde que se matriculó en las clases de patchwork, vamos ya para dos años, no ha parado de hacer proyectos con un entusiasmo que parece no tener fin y eso no sabéis como se agradece, por la alegría y calidez que le aporta a las clases y eso! señoras y señores no se paga con dinero!
Bueno, sin más preámbulos paso a relataros un poco la estructura del trabajo. Se trata de un centro de mesa de 90×90 cm, con un diseño clásico del geometrismo que muchas veces caracteriza al patchwork más tradicional. Está realizado completamente a máquina, que es una manera de trabajar que me encanta enseñar a mis alumnas, porque las que me conocéis un poco, ya sabéis de lo mucho que disfruto de “hacer patchwork” con la máquina de coser y del trabajo de diseño, organización y logística que hay que hacer antes de ponernos delante de la máquina de coser y “tirar millas”. Unos cuantos números y cálculos después, nos podemos poner a cortar y coser y volver a cortar para volver a coser por el lado opuesto.
Os resumo un poco las matemáticas del trabajo: queríamos un trabajo terminado con unas medidas aproximadas de 90×90 cm, 15 telas diferentes que debían componer 40 cuadros compuestos de 4 triángulos cada uno, un centro trabajado en tres colores, 2 enmarcados de diferentes telas y anchos rematan el trabajo… cuantas telas destinamos, a cuantas combinaciones de colores, en los cuadros intermedios que rodean el centro del trabajo? Qué medida le atribuimos a esos cuadros intermedios? Qué medida me supone que debe tener la estructura central? Y así poco a poco acotamos y vamos corrigiendo hacia atrás las medidas otorgadas si vemos que se nos van desfasando las medidas iniciales y volvemos al punto de partida para reducir o aumentar los cm necesarios, hasta llegar a cuadrar todos los números y medidas con el punto de partida. Después un gráfico de medidas y colores ,en papel milimetrado o incluso a veces lo hago con un Exce ( y es que soy un poco friki!), nos encontramos ya en el último paso de la preparación del proyecto, que es ni más ni menos, que calcular cuanta tela vamos a necesitar de cada tela escogida para el proyecto. Todo esto que os acabo de explicar, me encanta hacerlo!!!! Es una parte del trabajo con la que disfruto muchísimo y creo que mis alumnas son conscientes de ello ya hace tiempo y les agradezco infinitamente que confíen tanto en mis propuestas.
Bueno, pues, todo lo que os he explicado, es la purita verdad, aunque el proyecto original sale de una propuesta de la revista Labores del Hogar, a mí siempre me gusta personalizarlo y estructurarlo según requiere la ocasión, por eso la mayoría de las veces, ese imagen de una revista se queda unicamente en eso, una imagen de la que partir y el resto lo trabajamos nosotras a nuestro gusto ,medida y necesidades.
Este proyecto se confeccionó completamente a máquina, me encanta explicar a mis alumnas técnicas de trabajo productivo, desde la organización del proyecto hasta animarlas a trabajar con el cutter rotatorio y el pie de la máquina para coser, y es entonces cuando empieza la magia del corta, cose y plancha y vuelve a cortar y coser, para acabar planchando de nuevo y así, hasta acabar el proyecto. No todas se acaban atreviendo, entre otras cosas porque también hay quien disfruta mucho de esas tardes de costura tranquila en el sofá, pero a la mayoría las “pongo en bajada”, les doy un empujoncito y para que no se asusten de estar en la pendiente, y sentir que pueden estrellarse al final de la misma, siempre tienen mi mano cerca para hacer ese trayecto, que aunque pueda dar un poco de vértigo al principio, siempre tiene asegurado el éxito y que nos provoca una satisfacción enorme a todas. Y así fue como fue creciendo el centro de mesa.
Después de combinar 15 estampados y colores diferentes, cortar, coser, casar puntos de encuentro, volver a cortar un poco más, escuadrar, enmarcar doblemente y acolchar…
Sólo quedaba cerrarlo y en esta ocasión se optó por confeccionar un bies con piezas de las telas utilizadas en el trabajo… peeero, por si fuera poco el trabajo o pocos los números que habíamos barajado hasta el momento, se hizo el bies con todas las piezas del mismo tamaño, para preservar la geometría del trabajo, por lo que jugamos un rato más con la calculadora, hasta encontrar la medida que debía tener cada pieza. Las fotos son la prueba del trabajo realizado!
A que lucirá espectacular en cualquier lugar de la casa en el que se le requiera? 😊
Esto es todo por hoy, deseo que te haya gustado lo que has visto y te agradezco la visita.
Hasta pronto!